La integración social de las personas con discapacidades
es una problemática actual en la sociedad española y, aunque en los últimos
años se ha avanzado en el diseño de políticas de inserción, la crisis económica
no ha ayudado demasiado, queda entonces una gran parte del camino por recorrer
para poder hablar de «normalización». El número de personas que presenta algún
tipo de discapacidad asciende actualmente a 3,5 millones, casi una décima parte
de la población española.
La exclusión del mercado laboral de un 76% de personas
con discapacidades en edad de trabajar sigue siendo un porcentaje
extremadamente elevado, sobre todo cuando los expertos coinciden en que la
principal vía de normalización social de este colectivo reside en sus
posibilidades de inserción laboral.
.
El abordaje de esta cuestión debe hacerse
necesariamente no sólo con políticas activas sino también con un cambio de
mentalidad. A menudo, las limitaciones se encuentran más en nuestra imaginación
que en las personas con determinadas discapacidades
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que
la discapacidad
es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la
actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son
problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de
la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las
restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales.
Por consiguiente, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que vive.
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